Hay algo bien hipnótico en los aviones. Incluso si no te gusta la mecánica o no eres aficionado del motor. Porque un avión puede significar cosas bien distintas según quien lo mire y, sobre todo, desde qué posición o perspectiva.
Para el viajero que sale de vacaciones a descubrir un nuevo rincón de este planeta, para el que va a reencontrarse con alguien querido, para el que huye, para el que casi no agarra el vuelo porque siempre va corriendo entre reunión y reunión… Pero también para quien lo conduce e, incluso, para quien lo mira desde tierra firme.
Hace poco descubrí, gracias a Iberia y a PhotoEspaña, que hay otra forma más de disfrutar de los aviones: a través del lente de una cámara. Y tiene hasta nombre: "spotting". Si buscan una definición oficial, es la observación y el registro de aviones, barcos, trenes y/o automóviles tanto en modo escrito como fotográfico. Pero bajado a la práctica es básicamente jugar con tu cámara durante el vaivén de aviones.
Como les digo, pude ser spotter por un día, en un inmejorable y privilegiado emplazamiento en la T4 de Barajas, junto a un pequeño grupo de fotógrafos encabezados por el gran Paco Gómez.
La verdad, pasamos una mañana tan calurosa como entretenida en un sin parar de despegues y aterrizajes (¿Sabían que el Barajas deja o toca tierra un avión cada 40 segundos?). En un megamix de distintas perspectivas, cada cual con su estilo y con alguna idea (¡o ninguna!) en mente, fuimos aprovechando cada segundo lo que la situación nos regalaba y aplicando lo que cada uno buscamos en la fotografía, y también entregándole de vuelta una parte de nosotros mismos.
Ahora en Madrid se pueden ver algunos de los resultados de ese día. Están repartidos en varios quioscos de Madrid, como parte del XX aniversario que este mes está celebrando PhotoEspaña.
La foto seleccionada por Iberia/PhotoEspaña
Es una suerte poder ser parte de esta celebración y estar presente (¡nada menos en la calle Serrano y en la Gran Vía!) cuando justo cumplo 1 año de mi llegada a "las Europas".
Les puedo confesar que, además, he desarrollado una nueva afición por los aviones. Gracias Iberia y PhotoEspaña.
